Un golpecito de gracia

Carla: ¡Qué rabia!… ¡qué rabia! Y qué desastre… me moriré. No lo soporto más, que he hecho yo para que me pase esto… no cae. Se ha quedado cruzada… ¿y si le diera un golpecito de gracia? No, no… esto no se hace, ¡ya caerá! Si pero mientras tanto ¡me deshidratoooo! Dicen que quizás comprando otra, al caer empujará esta y caerán las dos.

¡Uff! No aguanto más, lo pruebo. Con este calor en medio del paseo marítimo, con este sol de justicia– como el que no quiere la cosa, Carla alarga el pie derecho intentando remojarlo en un charco de agua- No sé, me parece que está por el riego automático de los apartamentos, de donde estoy intentando comprar una botella de agua… ¡Ya sé! En los bajos hay una tienda de ”todo a 100” y a la entrada la máquina, puedo preguntar si me pueden ayudar o si pueden abrir la puerta o me pueden dar a cambio una botella de la tienda…– Carla se decide a preguntar en la tienda y la respuesta (esto sí, con una sonrisa de oreja a oreja) fue “no sé, no entiendo… yo no tengo la llave…”-.

¡Muy bien! Y mis botellas de agua continúan encalladas. Ya no sé qué más puedo hacer, estoy deshidratada: empiezo a ver lucecitas en los ojos, ya no recuerdo ni mi nombre… sólo quiero beber agua en un día sofocante de calor… por favor, ¡quiero agua!

Lluís: ¿Por qué no coges las botellas de agua? Yo también quiero comprar…– Apareció un niño de unos 10 años, Carla no sabía de dónde había aparecido-.

Carla: Ayúdame por favor, no puedo más… están encalladas– dijo Carla con pocas fuerzas.

Lluís: ¿Encalladas? ¡No! Tienes que pulsar este botón y se levanta la puerta y ya puedes cogerlas.

Carla: No me lo puedo creer, cada día son más modernas estas máquinas de vending…. ¡Aaahh!! Si, ahora recuerdo que como estas hay en la planta de gerencia de mi empresa. Las gestiona el vending Marvi 93 desde hace un montón de años, así como se encarga de prepararnos unas comidas recientes hechas y saludables a muy buen precio y traídos hasta nuestras mesas de trabajo.

Carla: Muchas gracias, chico, ¡me has salvado la vida!– Le contestó Carla a Lluís.- Bien, ahora yo veo todo más claro después de beberme unos “chupitos de H2O” Madre mía, ¡bendita agua!

En Marvi 93 os recordamos que cuando volváis al trabajo, las máquinas de vending, seguro que os ayudaran a pasar mejor el día.

¡Hasta otra! Os deseamos a todos un buen verano…y ¡sin sustos!

Marvi 93

Cervelló 27 de julio de 2018

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